El poliamor ha sido una propuesta distinta al modelo tradicional marcado por una relación de pareja con pactos de exclusividad y monogamia.
En el poliamor, la pareja no es la unidad fundamental para el intercambio de afectos y prácticas sexuales, esta relación ocurre con más de una persona a la vez. No se basa necesariamente en relaciones formalizadas, pero todas las personas involucradas están conscientes de la situación.
Las personas que forman parte del acuerdo pueden tener distintas orientaciones o preferencias sexuales. También se caracteriza por mantenerse en el tiempo y ser de naturaleza afectiva, es decir que no se limita a un periodo de tiempo corto ni al ámbito sexual.
Por otro lado, las relaciones abiertas, funcionan cuando dos personas, o quienes mantengan una relación, llegan a un acuerdo para tener relaciones sexuales fuera de esa relación sin que se interprete como una infidelidad.
Estas relaciones no son nuevas en la práctica, pero sí en la forma de nombrarlas. Ambas cuestionan el modelo tradicional de pareja, el amor romántico y la monogamia como norma cultural. Esto no quiere decir que estén exentas de los problemas que ocurren en las relaciones convencionales.
Existen diferentes formas de relacionarnos, las relaciones abiertas y las relaciones poliamorosas se plantean como nuevas posibilidades. Sea cual sea la forma que en que decidamos relacionarnos con otras personas debemos tener en cuenta la comunicación, respeto, confianza y, sobre todo, necesitamos sentir que no nos restan libertad.
Fuentes:
Cultura Colectiva. Mitos y realidades de las relaciones abiertas.