En Guatemala, 180,000 mujeres se enfrentan a un embarazo no deseado y un tercio de ellas buscan un aborto.
Sin embargo, bajo el Código Penal de ese país, solamente se permite la Interrupción del Embarazo para salvar la vida de la mujer; como resultado de esto se estiman 65,000 abortos ilegales e inseguros cada año en Guatemala, poniendo en riesgo la salud y vida de las mujeres que deciden interrumpir un embarazo no deseado.
La mayor parte de los abortos en Guatemala no son practicados por personal capacitado. Se cree que las comadronas tradicionales proveen casi la mitad de los abortos (49%), mientras que una fracción más pequeña (16%) es provista por médicos.
Se estima que la probabilidad de que un aborto clandestino resulte en complicaciones y que requiera hospitalización varía entre 15% en mujeres que recurren a un médico capacitado y al menos 70% en aquellas que se autoinducen sin la información correcta del uso de misoprostol o usan servicios de comadronas tradicionales como son la introducción de objetos sólidos en el útero, la administración de medicamentos hormonales no aprobados, y el uso de preparaciones herbales tradicionales y remedios populares. Cada año, alrededor de 22,000 mujeres guatemaltecas son hospitalizadas con complicaciones por abortos inseguros y éstos son la tercera causa de muerte materna en el país.
Para reducir los embarazos no planeados en Guatemala es necesario actuar hacia distintos objetivos:
- Proporcionar a las parejas la variedad de métodos anticonceptivos para prevenir los embarazos no planeados.
- Reducir las barreras culturales para el uso de métodos anticonceptivos aumentando la comprensión de estos por medio de la educación sexual y reproductiva.
- Capacitar al personal médico en el uso del método quirúrgico de aspiración endouterina, la cual es más segura que el legrado y está aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- Para reducir la incidencia postaborto, capacitar en consejería en métodos anticonceptivos y planificación familiar.
- Procurar el debate político sobre la legalidad del aborto inseguro en Guatemala y sus consecuencias en la salud pública.
Casi 65,000 abortos inducidos se realizan anualmente en Guatemala. Cada año, alrededor de 21,600 mujeres son hospitalizadas y 660 mujeres mueren por complicaciones de aborto inseguro. Estas muertes son totalmente evitables a través de la legalización del aborto y capacitación adecuada de los proveedores de salud.
La Constitución de Guatemala establece que el Estado debe garantizar y proteger la vida humana desde su concepción, así como la integridad y la seguridad de la persona. Por lo que, el Código Penal define al aborto como la muerte del producto de la concepción en cualquier momento del embarazo, y se castiga con penas privativas de libertad independientemente de que la Organización Mundial de la Salud señala que la interrupción del embarazo puede realizarse en las primeras 12 semanas del embarazo.
Datos obtenidos de Guttmacher Institute (2006). Embarazo no planeado y aborto inseguro en Guatemala. Causas y Consecuencias.